Tres dimensiones. La crítica de arte, el cuento, la introspección. Cada una con su lenguaje: ensayo, narrativa, monólogo lírico interior.
Los personajes secundarios de la narradora le dan unidad a cada relato con profunda empatía. Tiene gancho editorial para el lector medio: crítica a la vida de las clases oligárquicas, acceso guiado a la pintura, invitacion incitante al MNBA porteño. Pero hay mucho más: una reflexión sobre el dolor y la muerte que culmina en el último relato. Allí cojea el verosímil o mejor dicho nos propone resolverlo: la critica profesional no puede no saber "de qué va" la escena del cuadro de El Greco: Jesus en el huerto. En realidad, el él culmina todo el misterio de la redención de todos los seres humanos que pueblan este libro excepcional. Contesta con el gran mito de la Cruz al epígrafe de J.Renard "Dios taciturno háblanos!. (Renard decia que los símbolos eran una nadería, y solo el símbolo contesta su reclamo. Un gran ejercicio de ecfrasis en el contexto del "entusiasmo posmoderno" (L. Hutcheon).