Trabajé en un hogar de cuidado para mujeres y adolescentes con adicción a drogas hace varios años. Viendo su proceso de internamiento hasta el de la recuperación en muchas. La actuación de la protagonista es tan genuina, que sentà estar viendo el caso de alguna de estas chicas que atendÃ. Todos ellos necesitan al final amor, recuperar su autoestima y saber que valen mucho para dejarse llevar por esa basura. Una labor dura para todos. Para ellos e igualmente para toda la familia. Pero resalto el amor de las madres, que son las que en su mayorÃa están al pie del cañón y muchas de ellas cargando con culpa. Dios les de fortaleza y libre a la sociedad de esta porquerÃa.