(posible spoiler)
El título te hace pensar que los protagonistas van a descubrir el universo como el famoso Aristóteles, pero mientras avanza la historia percatas que no hay ninguna nave espacial, ninguna fórmula matemática ni física y ningún símbolo químico. Al final del libro te das cuenta que el término “universo” se refiere al propio yo del protagonista, a su propio mundo: de a poco va descubriendo su cuerpo, sus reglas morales, sus guerras internas, cómo relacionase con sus padres y la manera de amarse a uno mismo y al otro. Una búsqueda que considero esencial para los jóvenes de hoy que nos ayuda a vivir la vida con más ligereza y sentimiento.
¡¡Excelente historia!!