Es un libro duro al entrar porque es muy descriptivo y no sigue un orden cronológico sino que da saltos en el tiempo, reiterando mucho algunas ideas que quiere que el lector retenga, pero a medida que la lectura avanza y pasan las páginas, te va atrapando la historia y no te suelta hasta el final. El autor defiende sus tesis y lo hace saliendo triunfante xe una novela de casi 1200 páginas. Reivindica al Robespierre histórico y desmitifica su figura de monstruo sanguinario, envidioso y hambriento de poder que la historiografía al uso nos ha hecho creer. Eso sí, para no naufragar en la lectura, debe iniciarse teniendo algún conocimiento previo de los hechos que acontecieron entre 1789 con la toma de La Bastilla y 1799 con el advenimiento de Napoleón, porque da por supuesto que el lector los conoce. Libro cuya lectura recomiendo muchísimo, sobre todo para los amantes de la historia de la Revolución Francesa.