"Joker: Folie à Deux" no alcanza la brillantez de su predecesora, a pesar de contar con una actuación cautivadora de Joaquin Phoenix y una banda sonora cautivadora. Si bien Phoenix ofrece otra interpretación digna de un Oscar del atribulado Arthur Fleck, la narrativa y las decisiones creativas de la película finalmente decepcionan.
La introducción de Lady Gaga como Harley Quinn inicialmente genera intriga, pero su dinámica no logra encenderse por completo, lo que hace que su relación parezca poco desarrollada. Los números musicales de la película, aunque ambiciosos, resultan discordantes e interrumpen el flujo de la narrativa, creando una experiencia desigual y tonalmente inconsistente.
La trama en sí carece de la profundidad y la complejidad de la original, y a menudo se basa en el valor del impacto en lugar de la exploración significativa de sus temas. Los intentos de la película de hacer un comentario social se sienten torpes y carecen de la sutileza que hizo que la primera película fuera tan impactante.
A pesar de sus deficiencias, "Joker: Folie à Deux" no deja de tener sus méritos. La actuación de Joaquin Phoenix es una auténtica proeza, que muestra su increíble alcance y compromiso con el personaje. La inquietante banda sonora de la película añade otra capa de profundidad, creando una experiencia inquietante y atmosférica.
En general, "Joker: Folie à Deux" es una secuela decepcionante que no está a la altura de las expectativas creadas por su predecesora. Si bien la actuación de Phoenix y la banda sonora de la película son innegablemente brillantes, las decisiones narrativas y creativas en última instancia perjudican la experiencia general.