Es infumable. La actuación de Miguel Ángel Silvestre no puede ser más sobreactuada y más alejada de la realidad de un cura. Qué horroroso, qué poco creíble todo!
Ese cura queriendo seducir a todo lo que se menea y ateo me parece un intento de manipulación. La realidad no es así para nada. Se puede estar en contra de la iglesia pero con sentido común y no este sinsentido de argumento. Fatal.