“La flor cadáver” es una excelente novela, muy entretenida, con una inquietante trama que adquiere pronto interés y con una escritura suelta y alegre en su forma, distendida, que le viene muy bien a un relato abierto y que propicia una lectura amena, rápida y continua. La escritora fue catapultada a la fama sin enterarse. Un sueño. Cuando llegó a lo más alto, todavía seguía dormida. Un fenómeno que últimamente se está repitiendo con cierta frecuencia pero no con la rapidez y el interés que esta novela suscitó.