El chico de oro es un drama intenso y tóxico que refleja las luchas de poder, los celos y la violencia emocional en una trama repetitiva. Ferit, el protagonista mujeriego, y Seyran, su esposa atrapada en una relación controladora, representan la disfunción en las relaciones familiares. Aunque las actuaciones son destacadas, la serie puede volverse agotadora por la falta de evolución en sus conflictos. Ideal para quienes disfrutan el drama extremo, pero frustrante para quienes buscan más profundidad.