A algunos les va a gustar mucho, a otros algo y a otros nada. Lo que más me gustó fue la actuación. Por otro lado me pareció larga, y pensé que podrÃa expresar lo mismo con menos. El exceso de minimalismo puede producir maximalismo. Me gusta que no resuelve el misterio cuando parece que va a resolverlo. Muestra, no explica. Oscila entre la obsesión y el zen, sin llegar a caer en una pelÃcula sobre una neurosis ni en una pelÃcula sobre una filosofÃa. Los dÃas perfectos no son perfectos ni imperfectos, por lo cual el tÃtulo no me resultó ni una ironÃa ni una aseveración. Me gustó encontrar que la primer canción que se escucha es "la casa del sol naciente", cuyo tÃtulo coincide no solo con el momento del dÃa en que se la oye, sino también con el epÃteto de Japón, el imperio del sol naciente. La última canción, también al amanecer, dice "es un nuevo amanecer" y "me siento bien", aunque la última imagen es a veces una sonrisa y a veces un gesto de angustia. Me gustaron mucho ciertos contrastes que alivian, como la austera dignidad del personaje con la generosa alegrÃa de la dueña del restaurant. También la oposición entre la estricta rutina en los espacios reducidos de Tokio con las fluidas y expresivas canciones norteamericanas que nos llevan a enormes espacios naturales. La imagen final también muestra una combinación del natural sol con la artificial Tokio.