Demaciado superficial para mí, no hallé ninguna obra de arte, no me conmovió nada más que el injusto mundo que le tocó a Naoko vivir.
El protagonista, Watanabe es una persona insufrible, pretencioso y me atrevería a decir que solo sirvió como autoinsert del autor para reflejar sus ansias de deseos carnales y una nula popularidad de su juventud. A este Watanabe conquistaba a cualquier mujer que se atravesará en la novela.
Personajes que solo me hacían sufrir pena ajena y grima.
Esta de más de decir que Murakami no comprende la psique de la mujer, todo se rebaja a un erotismo barato que puedes encontrar en cualquier medio.
Midori y Nagasawa fueron por mucho los personajes más detestables de toda la novela, rozando lo absurdo.
Aunque no todo es malo, reconozco la habilidad de Murakami para transmitir aquellos momentos de tristeza, soledad y desesperación que todos llegamos a pasar por mínimo alguna vez en nuestra vida, la lectura puede llegar a ser muy inmersiva hasta ese punto.
Simplemente Tokyo Blues no es para mí, no valió las horas de lectura.