Éste libro es lo máximo, leer a San Josemaría no sólo es leer a un santo sino ganarse un amigo en el cielo y desde ya, vivir la comunión de los santos en la tierra. Es un amigo porque siempre nos da el consejo que necesitamos en el momento exacto en que se lo pedimos a Dios para ayudarnos a ser mejores y para dar consuelo a nuestras almas. Un libro que no puede faltar en el bolsillo, en el bolso, en el escritorio o la mesa de la sala pero sobre todo en la biblioteca familiar.