Demás está decir que la musicalización de esta pieza audiovisual es increíblemente minuciosa y hermosa, lo cual, se lleva la mayoría de las estrellas que puse, junto con el arte y la puesta en escena que tiene. Cabe OBVIAMENTE recalcar las increíbles actuaciones.
Pero también, no niego que en varias oportunidades el film perdía mi atención ya que se me hacía muy monótono y un poco aburrido.
Mi escena favorita, por lo que me genero/trasmitió, y por la gran actuación realizada, es cuando el protagonista dirige a la orquesta, interpretando la “Sinfonía n.2 en do menor, Resurrección de Mahler”