Natalia Galván

La serie Breaking bad tiene una excelencia como pocas. Cada personaje está debidamente incluído con su historia, evolución y sentido de estar presente. Un ejemplo es el amigo de Jesse, Skinny, quien en un episodio muestra su talento musical cuando es encomendado para la compra de material para transportar el laboratorio. El Skinny adicto (o el mismo Jesse) ,cómo se refiere el detective Hank, tambien es un talentoso joven que tiene sentido de la amistad, la empatía, la lealtad y el don musical. La realidad de los jóvenes con muchas capacidades pero que desafortunadamente caen en las adicciones. La llegada de un hijo con parálisis cerebral, los proyectos que cambian de rumbo, la infelicidad diaria de un trabajo que no eliges pero que de todos modos debes hacerlo. En sus 5 temporadas y 62 episodios nunca uno ha fallado. Cada cual está lujosamente encadenado. W.W. "the devil in disguise": su enfermedad ha despertado el demonio que tenía escondido y en varios episodios "fue el malo de la película" manipulador, insensible, el asesino de Mike pero también a quien Jesse admira y ve en el la imagen de un padre. De actuación superlativa a cada obstáculo que se le presenta que pareciera imposible de una solución, el con sus planes logra superarlos. Un ejemplo es la muerte de Gustavo Fring quien había construido un imperio en 20 años y contaba con toda la logística y mano de obra para el trabajo. Verla no tiene ningún desperdicio de tiempo. Super re mil recomendada por una cinéfila 🙌🏽