Lo único que comparte con el libro es el nombre. Han matado la personalidad de los personajes, y han puesto a Tom Ripley como un hombre de casi 50 años (en el libro es un chico de 20, detalle más que importante en la historia que aquà pierde sentido), sin profundidad alguna, como si fuese un asesino más en un thriller más. Parece que el director no se ha leÃdo el libro.