Este programa abusa del sensacionalismo, dejando en muy mal lugar la búsqueda de información veraz que se supone debe de perseguir el periodismo de investigación. El programa dedicado a las colonias felinas es un gran ejemplo de ello, pues a modo de teatrillo de mal gusto se retrata a la figura del alimentador/a como un loco/a y a los felinos como demonios. Es decir, intenta cargarse los tÃmidos pasos que se han avanzado en este tema y volver a desacreditar a estos bellos e inteligentes (y en muchas ocasiones vÃctimas del abandono) animales y a ese/a gestor/a que intenta equilibrar la situación dando respuesta a una problemática que no todo el mundo está dispuesto a afrontar del modo ético que merece.
¿Quieren poner sobre la mesa los problemas que genera la presencia de las colonias felinas? Pues entonces habrÃa que señalar a toda la gente irresponsable y sin ética alguna que decide abandonar a su gato, gata o camada de gatitos. Señalar, también, el todavÃa insuficiente castigo penal por abandono y/o maltrato animal. Señalar a los Ayuntamientos que no están dispuestos a destinar recursos a la gestión del CER, o a mejorar su planteamiento.
En resumen: poner el foco de atención en las injusticias que dificultan la tarea de quienes se preocupan verdaderamente por equilibrar la situación de las colonias felinas. Todo lo demás, es lanzar piedras sobre felinos y alimentadores. Y peor aún: alentar a que los demás las lancen; o mejor dicho, que las sigan lanzando.
Porque muchas colonias son maltratadas, asesinadas y envenenadas; muchos/as alimentadores insultados y amenazados.Y con este desacreditador programa, habéis apoyado dichas acciones ilegales, criminales e injustificables.