Fórmula vista cientos de veces en el cine que, por momentos, funciona gracias a la vÃs cómica de sus actores protagonistas. No obstante, lo previsible de su desarrollo y alguna que otra escena sonrojante (por absurda y forzada, alejada de la comicidad esperada, haciendo quizás un innecesario guiño a esa peliculita de apellidos) lleva a esperar que todo acabe pronto y bien. De polémicas acerca de su trama, conviene revisar de qué se reÃa este paÃs hace unos años con el señor Arévalo.