Sergio Guariglia

La serie me pareció muy buena. Técnicamente impecable y con una excelente idea de que cada capítulo sea un plano secuencia. En cuanto a la temática, probablemente no sea para todos los públicos. Soy padre, aunque mis hijos ya son adultos, y la última escena me destrozó. Creo que refleja el fracaso de toda institución actual: la familia, la escuela, los lugares de detención, la policía. Todo fracasa y ninguno de los protagonistas es capaz de advertirlo. La serie no juzga, muestra. Está en el espectador completar los vacíos, y en todo caso reflexionar sobre lo visto. Me pareció excelente, aunque muy dura de ver.

Realmente me cuesta entender como llegó hasta acá este bodrio sobrevaloradísimo. Una premisa que se agota a la media hora, con gags repetidos hasta el hartazgo como un chiste que de tanto contarlo pierde la gracia. El supuesto "mensaje" es comparable a un post de autoyuda en Instagram o a un libro de Coelho. Lo más destacable son las actuaciones, especialmente del protagonista, con sus cambios de registro en la misma escena. Llega un momento en que no ves la hora de que termine. Encima la música obvia subrayando los mometos "profundos". Me arriesgo a decir que pronto seguirá el destino de las películas ganadoras del Oscar tremendamente sobrevaloradas que ya nadie recuerda, como Nomadland, Coda, Moonlight, Argo, Crash, The hurt locker, Ordinary people y muchos etcéteras en los últimos años.