No lo he leído, pero por su autor, debe ser maravilloso, valioso en su contenido y de avanzada; como lo fueron sus clases de criminología, que tuve en la facultad de derecho, en la cual me gradué de abogado a comienzos de la década de los 80. Paz en su tumba, recordado y presente profesor, cuya vigencia se mantiene y proyecta a través de todos quienes fuimos sus alumnos.