FrÃa, lenta, inverosÃmil, conforme avanza la pelÃcula te vas cuestionando, ¿cómo es posible que no les importe?, esa doble moral, esa vida paralela, uno se adentra a la familia perfecta, en la casa perfecta, con los hijos perfectos ... mientras al otro lado del muro muchos judÃos sufren, no lo vemos, sólo escuchamos, sólo imaginamos, sólo suponemos ... y el final más frÃo aún, a una realidad expuesta en un museo, densa. A ratos llega a desesperar la inexpresividad o frialdad de los actores, al igual que el ritmo lento, quizás eso querÃan transmitir, quizás querÃan que desesperemos y lo logran.