Es lo mejor que he visto este año. Una serie redonda, que a quienes fuimos adolescentes en los años noventa nos toca todas las fibras, sin pretender romantizar de ninguna forma esa etapa que para muchos de nosotros fue dura y maravillosa al mismo tiempo. Su trama balancea sorprendentemente bien la comedia y el drama con guiños geniales e inesperados a la cultura pop de esa década. El cast está muy bien hecho, todas las actuaciones son destacadas, desde los chicos que interpretan los roles principales hasta cada una de las actuaciones de apoyo. Finalmente, tiene un soundtrack maravilloso, cuyo playlist pueden encontrar en Spotify. Sumamente recomendable.