“Blonde”, protagonizada por Ana de Armas, es un experimento visualmente impactante pero emocionalmente divisivo.
La interpretación de Ana de Armas como Marilyn Monroe es sin duda magistral, llena de vulnerabilidad y entrega, aunque el guion se enfoca más en el sufrimiento que en su humanidad completa.
La dirección de Andrew Dominik opta por un enfoque casi voyeurista que prioriza el dolor sobre la profundidad, lo que puede resultar agotador para el espectador.
A pesar de su ambición artística, la película peca de sensacionalista, dejando una sensación de incompletitud en su retrato de la icónica actriz. Es una obra técnicamente impresionante, pero emocionalmente polarizante.