Es una pelÃcula prenscindible. Una burla de lo que representó esa maravillosa década de los años 80. Pésima desde su guión, y puesta en escena. Es como ver un producto no sólo hecho para homenajear esos años, sino que producido con las mismas formas y limitaciones que se veÃan en esa década, especialmente en productoras como la CANNON FILMS y en trabajos de ROGER CORMAN. Era como ver una pelÃcula que nos encantó de niños, pero ya adultos la volvemos a ver, y todo el encantó desaparece, pues a ojos de hoy muchÃsimas cosas envejecieron, a nivel guión, técnicas de filmación, efectos visuales. MalÃsima, una burla para quien gusta del cine en general y el cine fantástico en particular. La indignación es mayor, pues la pregunta queda flotando: ¿dónde están los millones de dólares invertidos en este adefesio?