Uno de los mejores libros cortos que he leído sobre cambiaformas. La temática romántica no suele ser mucho de mi gusto, pero se manipula de tal forma que no se hace pesado sino que que divertido y ameno. En ciertas partes uno se puede llegar a sentir muy identificado con Aleksandr y su vision de que el amor genera dolor; y con Mitya y sus deseos de tener un amor parecido al de sus padres.
Me ha encantado y me gustaría seguir leyendo libros del autor, esta saga u otra. O bien, parecidos a estos ya que me han apasionado y devuelto a mi pasión, la lectura, que había dejado después de todo este desastre de tiempo que vivimos ahora.