Personalmente prefiero ver una pelÃcula antes que una serie. No porque las pelÃculas sean más cortas, sino porque el cine es un arte y la televisión no. Me refiero a que el cine puede tener como objetivo principal comunicar una idea, más allá de que ninguna productora va a invertir recursos en un proyecto cinematográfico sin la intención de ganar dinero. Eso está claro. La cuestión es que en la televisión el peso de los productores es mucho mayor que en el cine.
En la época dorada de las series se han realizado productos extraordinarios como Breaking Bad, una obra maestra de guion cuyo gran mérito fue desarrollar magistralmente una sola trama a lo largo de cinco temporadas. Ahora bien, ¿Breaking Bad es arte? Yo me inclinarÃa a pensar que no.
The Wire, conformada por cinco temporadas emitidas por HBO entre 2002 y 2008, es de todas las series de televisión que he visto en mi vida —que no son muchas pero tampoco pocas— la única que considero que se merece el calificativo de obra de arte. Las series se dividirÃan entonces en dos grupos: The Wire y el resto.
Al principio puede parecer que The Wire es una serie más sobre el narcotráfico, en este caso ambientada en la ciudad de Baltimore, pero no pasa mucho tiempo hasta que la historia cobra una densidad que hace sospechar que se está enfrente de algo más que de una simple serie de televisión. The Wire tienen mucha más relación con todo lo que asociamos al gran cine que con la imagen ancestral de una serie de televisión. Probablemente, porque el cine nos ha acostumbrado a calidad. Los soprano es otra gran obra de arte