Una de las razones principales por la que me llamó la atención leer este libro es que rinde homenaje a la literatura clásica griega.
El manejo del lenguaje literario a partir de la primera persona de Theo Faber, junto con la narrativa del diario personal de Alicia Berenson me encantó porque manejan con una sutileza parecida a la de armar un juego de rompecabezas el paralelismo de las vidas y situaciones de ambos.
Además de resaltar la brevedad y agilidad de los capítulos que incrementan la adrenalina emocional del lector.
Debo reconocer que al terminar de leer el libro me dejó un sabor amargo. No tanto por el desarrollo y estructura de la trama, más bien, por el transfondo oscuro detrás de esta novela.
¡Es el primer thriller psicológico que me atrapa!