Es un libro de cuentos muy bien trabajados. Se nota lo pulido en la construcción de las situaciones, los personajes y que cada cuento parece escrito con una técnica narrativa diferente. Brinda un aire fresco a la narrativa panameña, con peso suficiente para ser leído fuera de las fronteras de Panamá y disfrutado por un lector de México, Argentina, Francia o Nigeria. Es universal.
Una muy buena obra, el libro más comentado y reseñado de lo que va de esta década, lo que augura un buen futuro literario para su autor.