Miguel Quiroz

Los clásicos personajes de Winnie Pooh y Pliget desde una versión antropomórfica son abandonados, juntos con los demás personajes, por Christopher Robin y esto los lleva a matar a sus compañeros y comérselos para sobrevivir, creando un sentimiento de odio contra el propio niño y cualquiera que invada sus tierras. La razón por la que esta película recibe opiniones divididas es por la diferencia de generaciones. Si tu eres de la generación que creció con películas slasher como Viernes 13, Pesadilla en la calle ELM o Halloween esta película no te va a gustar porque ocupa elementos ya vistos y gastados, el terror o suspenso que pueda generar la cinta será predecible y un tanto aburrid y lento. Si eres de las nuevas generaciones que han crecido viendo El Conjuro, La Purga, o las nuevas adaptaciones de IT, esta película muy probablemente será una novedad incluso algo atrevido con terror y sangre genuinos y nada o poco forzada. En mi opinión que soy de la vieja escuela debo decir que lo único bueno que se le debe reconcoer a este proyecto es el bajo presupuesto para realizarla y que no haya sido peor y el concepto de una versión slasher de personajes que siempre hemos visto en otra perspectiva gracias a Disney, lástima que también se ve desperdiciada la trama que no se desarrolló más allá, por ejemplo, dar el giro a la trama de que Christopher Robin fuera más sádico y perverso y eso creará a esos personajes malvados o que todo estaba en la imaginación del niño pero en una versión distorsionada por tener ya una mente criminal o trastornada, y ya sin mencionar que todos queríamos ver a los demás personajes en acción. Se resume en que la idea es muy buena pero la ejecución fue fatal.