Han pasado más de 10 años y me encanta esta serie. No es para un Oscar cada episodio, pero a cambio de eso cada episodio es super entretenido, siempre me ha quedado una sensación placentera, nada de tensión insostenible, pero la suficiente para quedarte viéndolo con gusto.
Párrafo aparte: cada episodio ves brillar el sol con la infaltable sonrisa de Patrick Jane y en segundo plano siempre la conciencia del dolor, la culpa, la frustración, la tristeza que carga este hombre genial y transgresor, que va construyendo vÃnculos con un equipo que aprende a quererlo y a seguirlo en sus aventuras.
Además de Teresa Lisbon, no concibo la serie sin Kimbal Cho, también Rigsby y Van Pelt tuvieron su lugar bien ganado.