Después del El nombre del viento uno espera otra cosa.Me gusta, pero el hecho de me guste no lo hace bueno.
Muchas páginas para avanzar tan poco, siento que después de la mitad hay capítulos que me parecen delirantes, ciertas tramas muy alargadas; su tiempo con Felurian por ejemplo.
Los últimos relacionados en su estancia con los Adems, sus diálogos con los personajes femeninos llegan a un punto de volverse castrantes e innecesarios.
Siento que se vuelve medio tedioso sobredetallar tanto las cosas, a las vez quiero justificar ya que el libro anterior Kvothe solo tuvo desgracia tras desgracia en este le ha de ir mejor y que es un chico de tan solo 16 años.
No sé cómo hará para responder tantas preguntas que quedaron acumuladas desde el primer libro y las que se acumulan ahora en este segundo libro.