Cuando uno lee las crÃticas, muchas de ellas extensas, puede llegar a autoevaluarse como discapacitado para ver más allá de lo habitual. Analizar los planos, las interpretaciones y los climas, no sirve de nada cuando la historia es malisima. No atrapa, no genera intriga, no tiene un remate sorpresivo. Una pérdida de tiempo.