José Fernández Samblás

Truño lento e infumable, pésima dirección e interpretación en un argumento que ya de por sí te deja indiferente, a menos de mitad de película ya sabes que nada puedes esperar, en mi caso, aguante hasta el final por confirmarlo. Cerapio.

No os creáis nada de lo que dicen los que van de “cinéfilos de culto” un truño infumable que te suma en el más profundo aburrimiento, pretencioso hasta el agotamiento en un sinsentido continuo, esas buenas críticas que te llevaron a verla son las que te mantienen en el asiento esperando a ver si de una maldita vez pasa algo ( más allá del despliegue de gestos y muecas repetitivas de Hopkins, por las que en lugar de un cero pelotero le doy un 1 ). Lo dicho, si te dedicas a contar moscas durante el tiempo que le hubieras dedicado a ver este bodrio, ya te digo que vas a rentabilizar más tu tiempo, avisados estáis.