Es una historia con sus cosas buenas y sus cosas malas. Los personajes son carismáticos pero a veces se sienten vacíos. Tiene algunas lecciones bastantes buenas y otras sueltas y sin contexto. Lo único que considero realmente malo fue la cobardía de ponerle dos finales, para contentar o para mostrar la diferencia de las desciones, dejando un mal sabor de boca.