Un álbum totalmente vocal que no solo vuelve a sorprender por la riqueza de la voz de Ely, sino que también pareciera que escuchamos instrumentos en varios momentos. Probablemente su álbum más ambicioso y menos comercial, pero tal vez, su mejor entrega desde su obra maestra "Lotofire". No es un álbum para todos ni será fácil de digerir a primera escucha para algunos, pero para aquellos que se adentren en este viaje, los hará formar parte de este.