Me encantó la serie. Terminó como era de esperar. Nadie paga sus culpas, más allá que parecerÃa que Kevin irá a prisión pero no por el peor de los crimenes que cometió. Ninguno se rige por la ley (en sentido simbólico, como lo que se puede y lo que no se puede hacer). Vuelven una y otra vez a involucrarse en los errores y horrores de los otros, sin poder separarse jamás de esa lógica familiar perversa de secretos y desmentidas. Aunque Meg parece querer separarse. De hecho hasta cambia su identidad. Y Jhon se niega a ir a visitar a Kevin en su nuevo destino. Cuando ya parecÃa que todos los secretos habÃan sido revelados, Sally cuenta sin culpa alguna (caracterÃstica de esta familia) el lugar que le ha dado a cada uno de sus hijos desde el mismo momento de su nacimiento. El destino ya estaba marcado.