Esta serie resulta decepcionante y no logra encajar con el universo cinematográfico de Star Wars tal como lo conocemos. Una de las razones que llevó a la gente a verla fue la aparición de Carrie-Anne Moss (Trinity en Matrix) interpretando a una Jedi, pero lamentablemente, su personaje es eliminado a los pocos minutos del primer episodio, lo cual es frustrante.
En cuanto a la representación femenina, es evidente que la serie intenta hacer una declaración al mostrar un grupo compuesto íntegramente por mujeres en el episodio 3. Sin embargo, esta decisión parece forzada y poco natural en el contexto de la narrativa. Además, el personaje de Mae, una de las gemelas, pasa gran parte de los últimos episodios repitiendo la palabra 'Mama', lo cual se siente fuera de lugar en una serie cuyo idioma original es el inglés. Este detalle, aunque podría ser un intento de dar autenticidad cultural, termina resultando desconcertante.
Mi decepción comenzó desde que vi el tráiler en el cine, lo cual me generó expectativas que la serie no cumplió. A lo largo de la serie, la elección del villano me pareció especialmente insatisfactoria. El compañero de Mae no tiene la presencia ni el carisma necesarios para ser un antagonista convincente.
El final del episodio 8 fue particularmente frustrante. Lamentablemente, Disney ha caído en la tendencia de arruinar franquicias que fueron exitosas en las décadas de los 80 y 90, incorporando temas de manera torpe y sin la sutileza necesaria para no alienar a la audiencia original.