Simplemente hermosa, con un gran mensaje sobre el sentido de la vida y el rol importante que ocupa cada uno de nosotros en esta sociedad.
Con amor, empatÃa y humanidad podemos aportar algo lindo a otra persona cuando no está pasando por un buen momento.
Creo que OTTON aprendió junto a Marisol y a su familia a no dejarse morir por sus muertos y que la mejor forma de estar cerca de su esposa fallecida era viviendo.