Desde que en el año 1980 llego a mis manos un ejemplar, del Premio de poesía, por cierto editado por la Casa de las Américas, quede maravillado por la fuerza contentiva de los versos allí contemplados como espejos de algas y de mar, como rompecabezas desarmados de nostalgia infinita, "Donde habita el cangrejo" es el preludio vigoroso del amor hecho de sublime metáfora, es el canto de Samy Mc Coy a la ballena anclada en sus sienes de recuerdos y de sombras, Es el deambular de sus niños por el mapa de sus angustias y de sus sueños.
Eleazar Toro