Es una pelÃcula extraordinaria. Es una disección esmerada y precisa de los conflictos existenciales de una familia, de una pareja. Es, por fin, una pelÃcula honesta e inteligente que no necesita efectos especiales ni un despliegue retórico exagerado para decirlo todo. Pero sà que se habla y no sólo con palabras. Sà que se desnuda todo pero con sabios silencios, diciendo y callando. Actuaciones extraordinarias, de nuevo, sin estridencias, excepto en el juicio donde las palabras y el histrionismo del Fiscal sorprenden un poco. Pero quizá sea un reflejo de cómo son los juicios en Francia.Celebro este tipo de cine. Hsy que verla más de una vez para disfrutar de los detalles.