Natalia Casasola

Inclusión forzada. Esta historia se hizo para y por los lectores de la saga, el éxito que tuvo gracias a los lectores es lo que los llevó a crear la serie, y como siempre inició muy bien; pero sabemos que Shondaland todo lo hecha a perder con su inclusión forzada, y con el cambio del showrunner a una showrunner queer que a fuerza quiere meter en las historias sus gustos personales e irrespetar al lector que está actualmente viendo la serie cambiando nada más y nada menos que a los personajes principales. La temporada 1 fue un éxito gracias al showrunner que se tomó hacer bien su trabajo y aunque hubieron cambios con los libros en Duque y Daphne dejaron una maravillosa impresión, la temporada 2 dejó que desear porque los personajes de Benedict y Eloise ya estaban siendo arruinados (ya había cambio de showrunner) y con la bonita hermandad de las Sharma destrozada; Queen Charlotte se superó y nos dió una historia de amor preciosa entre Brimsley y Reynolds que dió una incusión maravillosa, sin forzarla, y con ganas de saber más por parte del público y que se adaptó totalmente a la situación de la época donde está basada; pasamos a la temporada 3 y salen con una historia mediocre de Colin y Pen, con una Eloise totalmente desagradable y un Benedict que ya no es nada como en los libros, destruyeron su esencia y totalmente asqueroso. Lamentablemente, una serie más destruida por Shondaland para su lista; y con una autora que no respeta su trabajo ni a sus lectores.