Libros como éste recuperan el placer de la conversación pausada y culta, de la reflexión humanística. Todo el libro es un elogio casi poético de la razón y del amor a la sabiduría. Es también una confesión llena de paradojas y de contradicciones que proceden de una casi referencia obsesiva hacia el judaísmo como instrumento de interpretación universal de la historia cultural europea, de la literatura europea, del pensamiento europeo, de las biografías, de la historia. Un lector atento lo descubrirá enseguida. Este aspecto sentimental y tan subjetivo no desmerece el gran interés y calidad del libro y de sus dos autores.