Bien la dirección, la fotografÃa y las actuaciones de los protagonistas principales (Darin, Lanzani).
El guión se acopla a lo que es una pelÃcula, no sobre el juicio a las juntas,sino, sobre los hombres que las acusaron. Por esto lo máximo a lo que puede aspirar es a tener verosimilitud,Y nada más. No aporta nada sustancial a lo que es indagar en la historia reciente. Es una historia rica y larga para contar, pero termina siendo austera y apurada. la vida intrafamiliar del fiscal Strassera poco importa. El recurso de una mujer inquisidora, que se torna insoportable, un hijo con demasiado protagonismo y una hija empoderada no agregan nada a ka substancia de la persona encargada de acusar.
Por otro lado el papel de Moreno Ocampo, más simple,encierra en su vida personal y familiar mas riquezas y complejidades, que debidamente utilizadas,hubiesen sido enriquecedoras para un actor, con la calidad interpretativa, como lo es Ricardo Darin.
La pelÃcula es una máquina expendedora que clichés, obvios,que sutilmente se permite subjetividades, propagandÃsticas subyasentes en la visión particular del director Santiago Mitre.Quien tiene cualidades como realizador. Pero rn 1985 optó por la mediocridad. Contando a medias ese perÃodo vital de un fiscal y un juicio,en un perÃodo tan intrÃnseco al colectivo inaginario argentino.