Una oda a todo lo siniestro del nuevo orden mundial global: un cientÃfico demente obsesionado con las quimeras (cruzas de animales) y el sumum de las quimeras: una mujer que tiene el cerebro de su propio bebé. Dos horas de espanto, inhumanidad, enfermedad, contravalores y crueldad. Sin duda que va a recibir el Oscar dentro del retorcido Hollywood al que pertenece. Muy interesante la observación sociologÃca del público riéndose por cosas horrorosas y aplaudiendo lo que les van a hacer ellos en sus cerebros en un futuro no muy lejano.