Es un auténtico desastre de guión: confuso, mil nombres, continuas tramas de despiste, desordenado, no lo entiende nadie, hilos inconexos e inacabados (el niño desaparece y aparece). Interpretaciones a la altura del guión, claro, ni los actores (estupendos) entienden lo que están haciendo. Eso sí, los paisajes son increíbles: hubiera sido mejor un documental sobre el mundo pasiego.