Los paralelos entre las obras que interpretaban y las vidas de los estudiantes es hermosa y muy precisa. La autora supo crear un ambiente familiar para el público lector, nos dio una narrativa intrigante y magnética, igual que sus personajes bien construidos. Las emociones, las acciones, las palabras... Todo lo anterior te transmite la sensación de estar en primera fila del mejor teatro, tan cercano a sus vidas. Empezó con una calma que se mantuvo silenciosa justo ante el final tormentoso, que se llevó mi alma y ahora me encuentro totalmente vacío. Profundamente herido me siento por el final, conmovido y nostálgico, cansado de llorar. Pero tal sensación es más bien satisfacción, la autora se merece toda adulación, por tan hermosa obra.