Carla Belenguer

Las dos primeras temporadas de la serie presentan un nivel aceptable, logrando mantener al espectador en vilo hasta el final. Los personajes están bien construidos y resultan magníficos, lo que contribuye a que la trama se mantenga interesante. En cuanto a la protagonista, inicialmente logra captar la simpatía del público. Sin embargo, a medida que avanza la trama, su carácter se va desdibujando. Se revela como una policía con rasgos egoístas, que, aunque muestra una lealtad firme hacia su familia, deja mucho que desear en cuanto a su honestidad y profesionalismo con sus compañeros de trabajo. Estos últimos, a pesar de intentar ayudarla y comportarse de la mejor manera posible, no siempre encuentran reciprocidad en su trato. Sin embargo, la tercera temporada deja mucho que desear. Desde mi punto de vista, es la más floja de todas. Existen numerosos aspectos en la trama que no se desarrollan con claridad, como la justificación de su entrada en cierta casa, lo que genera confusión y resta coherencia al argumento. Asimismo, la muerte de los tres hermanos al final de la temporada carece de una explicación sólida, y su reacción ante la agonía de Rav, resulta deplorable e inentendible. Además, hay ciertas escenas y comportamientos de la protagonista que no solo son incomprensibles, sino que también parecen injustos e innecesarios. Desde mi perspectiva, esta temporada no aporta nada relevante a la serie en su conjunto.