es una película muy buena, escrita y dirigida por una adolescente yoko yamahana, dirigida hacia ese grupo en particular. Me tocó verla en esa parte de mi vida donde di todo por amor y después maduré respecto a ello, la película hace lo mismo. Madura a medida que avanza y de forma sutil enseña mucho de sus personajes. La soledad en la que está inmersa nuestra protagonista es evidente, pues aunque su familia habite su hogar, estos nunca entran o salen de escena, el contacto es mínimo y se nota. Ese es uno de los pequeños detalles que permite descubrir la película.
Tuve la oportunidad de darle un premio cuando fui juez, no se pudo porque el grupo eligió a otra pero esta para mí era la ganadora del festival.