Me resulta una serie original y profunda. Una lúcida reflexión acerca de la cuestión teológica, Dios y la dignidad humana. Su dejo provocador y en diálogo multilateral con la cultura es de una soberbia inteligencia. Los actores y las actrices están sensacionales. Cecile de France, Jude Law y John Malkovich realizan un trabajo excepcional. El libreto, los parlamentos, la música y las secuencias donde se busca generar pavor mÃstico, son inigualables. Esta serie me hace pensar en Harlots, La Reina Blanca y otras de una gran calidad literaria en sus textos. Una fotografÃa acorde con la inusual perspectiva de la historia, en color, paisajes y situaciones. Cada capÃtulo es un dechado de atributos pluriartÃsticos y, todo, en el marco de la condición humana. Como dirÃa Voltaire: "Si Dios no existiera, habrÃa que inventarlo". Toda una geopolÃtica de la religión, las civilizaciones, la cuestión de género, el laicismo y el celibato de los sacerdotes. Vaya genialidad.