Es un libro para pura degustación: Leer un fragmento, despacio, masticando cada palabra, sonriendo y redescubriendo el amor por los libros, por la lectura, por los textos hermosos en que cada palabra suena como una caricia. Dejar tiempo para reposar. Regresar y avanzar otro poco, deseando terminarlo y al tiempo soñando que nunca se termina. Gracias, Irene.