Maria Valecillos

Coincido con esta opinión y agregaría que me pareció fabulosa la analogía que hacen con Tom desde la segunda mitad de la película encontrando en el trabajo (cavar obstinadamente) el medio para huir o abstraerse de la realidad que lo convoca para finalmente terminar cavando su propia tumba. Sin dejar de apreciar la habilidad para incomodar con lo que, de la convivencia y las relaciones humanas pueden llegar a ser. Y con la imposibilidad de hacer frente a lo desconocido un "hijo" con el que nunca (salvo una mueca de afecto de Gema) logran hacer lazo y que por el contrario sólo se vuelve reflejo y repetión fiel y exacta de un comportamiento y una dinámica familiar "delirante"; para inevitablemente morir y dar paso así a la liberación de un ser vacío. Con lo alienígena y ficción cruda no me meto ni me interesa darle vuelta. Solo creo que fue el recurso para representar de manera bastante aceptable el malestar actual de la cultura, con lo obsceno, incómodo y hasta insoportable de los imperativos de felicidad (teniendo en cuenta que desde un inicio de hecho asumir criar al niño les garantizaba la libertad). En fin se le pueden dar tantas lecturas. Recomiendo!!!