guillermo neyra

No time to die. No hay tiempo para morir, no es hora de morir. La película que sepulta una de las sagas de James Bond. Y bien que lo hace. Con un comienzo emocionante y de suspenso, pero que luego se diluye en una trama poco proporcionada y alejada de lo que sería una buena película de espionaje. El filme se va desarrollando entre el melodrama y la acción, con un fondo y un personaje escabrosos, como salido de un comic, y que va articulando la maldad que Bond debe derrotar, y sobrevivir. La trama de esta cinta se parece a las de otras películas de superhéroes, que es donde mejor encajaría el personaje de Lucifer Safin, mas bien una entidad del mal que un verdadero ser humano. Entre las cosas tan malas de esta película, lo peor, quizás, es la imperdonable muerte de Bond, que se desintegra en un adiós a su mujer y bella hija. Una mejor película hubiese sido acerca de un Bond triunfador sobre un personaje igual de malvado, pero de características más humanas, más vulnerable, alguien o algo que encajara de una manera más creíble en una trama cuyo atractivo principal radicaría en el mundo intrincado del espionaje, sin tener que restarle acción. Porque James Bond es un espía y un hombre que cree en la justicia, a pesar de su complejo itinerario. Por eso James no debe morir, y menos por cosas de un mal guión. +